Es Erling Haaland (Leeds, Inglaterra, 21 de julio de 2000) un delantero muy joven pero con la estirpe de los goleadores de antaño. De esos depredadores del gol que, pese a su apariencia un tanto tosca (1,94 metros y 87 kilos), sabe moverse como pez en el agua dentro del área, atacando la pelota en el momento justo y en el lugar indicado, con un remate descomunal. Pero Haaland es mucho más: es muy rápido, potente y con una técnica notable. Con estas cualidades, la nueva estrella del Dortmund está llamado a ser una de las grandes dominadores del fútbol mundial en los próximos años.

El joven Erling lleva el fútbol en las venas. No en vano, su padre (y también agente) es Alf-Inge Haaland, que jugó como centrocampista en tres clubes de la Premier League (Nottingham Forest, Leeds United y Manchester City), además de formar parte de la selección noruega que disputó el Mundial de Estados Unidos’94 (los vikingos cayeron en la fase de grupos al quedar últimos de su grupo por detrás de México, Irlanda e Italia), antes de retirarse en 2003 por una dura lesión de rodilla sufrida dos años antes por una brutal patada que recibió de Roy Keane en un derbi de Manchester frente al City.

El jugador irlandés se vengó así de un choque en 1997 que le había provocado una rotura de ligamentos cruzados. A partir de aquel episodio ocurrido en 2001, Alf-Inge tuvo que someterse a cuatro operaciones y no pudo volver a jugar un partido completo, por lo que acabaría colgando las botas en el año 2003.

El fútbol y el deporte en las venas

La madre de Erling también fue deportista —Gry Marita era campeona nacional de heptatlón en Noruega— y el hoy delantero del Borussia Dortmund practicó una gran variedad de deportes en los primeros años de su corta existencia antes de dedicarse profesionalmente al fútbol. De hecho, firmó un récord mundial en salto de longitud en la categoría sub-5, en enero de 2006, saltando 1,63 metros con sólo cinco años de edad. «Solíamos llevarlo a hacer atletismo para que pudiera probarse a sí mismo. Erling también jugó al balonmano e hizo esquí de fondo hasta que cumplió los 14 años», reveló Alf-Inge Haaland hace unos meses en una entrevista concedida al periódico Dagbladet.

«Pasó sus primeros años en Inglaterra, pero luego fue a Noruega con sus padres y se crió en un pueblo llamado Bryne, jugando en campos de fútbol de pabellón cubierto», asegura el exjugador Jan Fjortoft en declaraciones que recoge el diario El País. «De niño era uno de los más pequeños de la escuela. Pegó tarde el estirón. Era de complexión frágil y debió aprender a buscarse la vida sin depender de su cuerpo, sin confiar en la superioridad de su fuerza en el contacto con los defensas. De ahí proviene su flexibilidad y su versatilidad técnica. Lo he visto en el campo en cada partido que ha jugado en la Bundesliga y en los próximos años mejorará aspectos como aguantar la pelota o ganar duelos aéreos. Ama el fútbol. Tiene una muy buena mentalidad para afrontar la competición y hacer todo lo posible por dar el máximo. Es un buen chico», añadió Fjortoft, uno de sus mentores e íntimo amigo de su padre.

Con 14 años, Erling Haaland pasaría a dedicarse exclusivamente al fútbol. Su primer equipo fue el Bryne FK y en las categorías inferiores del club rápidamente impresionó a sus técnicos con sus cualidades. Después de anotar 18 goles en 14 partidos con el equipo reserva, hizo su debut profesional en la segunda división del fútbol noruego con sólo 15 años.

Por aquel entonces era habitual verlo jugar como extremo (izquierdo o derecho) o de mediapunta, aunque a él lo que más le gustaba era jugar como delantero centro. No se había cumplido un año de su debut, cuando Haaland fue convocado por primera vez con la selección sub-15 de Noruega y estuvo a prueba en el TSG 1899 Hoffenheim de la Bundesliga. Sin embargo, no hubo acuerdo en cuanto al salario del jugador, que acabaría siendo traspasado al Molde FK, uno de los mejores clubes de Noruega. Allí estuvo a las órdenes de toda una leyenda del fútbol noruego como Ole Gunnar Solskjaer, actual entrenador del Manchester United.

El debut de Haaland con el Molde fue ante el Volda, en la Copa de Noruega 2016/17, y un año después, en un partido contra el SK Brann —líder del campeonato en aquel momento—, acabaría por consagrarse en el fútbol de su país al marcar cuatro goles en 18 minutos. Erling acabó aquella temporada 2017/18 como máximo anotador del equipo con 16 goles en 30 partidos entre todas las competiciones.

El salto a una liga mayor

Era el momento de buscar un desafío mayor. Al joven delantero le llegó una oferta del Leeds, uno de los tres clubes de la Premier League en los que había jugado su padre, pero Erling acabaría siendo seducido por el Red Bull Salzburgo austriaco, que en agosto de 2018 confirmó su contratación a partir de enero de 2019.

Después de jugar seis meses más en la liga noruega, Haaland (en noruego Haaland se pronuncia ‘Holand’, pero «como ya no estoy en Noruega me gusta escuchar ‘Haaland'», desveló el jugador al llegar a Dortmund) acabaría aterrizando en un campeonato de más nivel como el austriaco y aprovechó su primera titularidad en la liga marcando el primer gol contra el LASK Linz en mayo de 2019, justo antes del cierre de la temporada y de trasladarse a Polonia para disputar el Mundial sub-20 con la selección noruega. Allí, en tierras polacas, Haaland logró nueve goles en la victoria por 12-0 ante Honduras. Esos registros supusieron dos récords en la historia de la competición: el de más goles anotados por un jugador en un mismo partido y la victoria más amplia.

Al regresar al Salzburgo, ya con varios clubes europeos siguiendo su rastro, se consumó la explosión de Erling Haaland. Su técnico Marco Rose se había ido al Borussia Mönchengladbach y su sustituto, el estadounidense Jesse Marsch, decidió darle toda la confianza para que fuera titular indiscutible. El noruego respondió con seis goles en los primeros cuatro partidos y siguió con cuatro hat-tricks entre julio y noviembre de 2019, uno de ellos en su debut absoluto en la Champions contra el Genk.

Un dato sin precedentes, pues hasta la fecha sólo siete jugadores (Marco van Basten, Faustino Asprilla, Yakubu Ayegbeni, Wayne Rooney, Vincenzo Iaquinta, Grafite y Yacine Brahimi) habían marcado tres goles en su debut en un partido de la máxima competición continental, aunque ninguno había sido capaz de hacerlo en los primeros 45 minutos.

Tres goles en 20 minutos

El 29 de diciembre de 2019, el Borussia Dortmund anunciaba el fichaje de Erling Braut Haaland por 21 millones de euros, con un contrato por cuatro temporadas y media hasta el 30 de junio de 2024 una cláusula de rescisión de 75 millones. Y Erling respondió a la confianza de los teutones con un debut impactante con el equipo borusser: en la reanudación de la Bundesliga tras el parón invernal, Haaland comenzó en el banquillo el partido ante el Augsburgo, que el Dortmund iba perdiendo por 3-1 a los 55 minutos. Fue entonces cuando Lucien Favre decidió dar entrada a la joya noruega, que debutó a lo grande, firmando un hat-trick en apenas 20 minutos para liderar la remontada de su equipo (3-5).

Haaland sólo había necesitado 183 segundos para marcar su primer gol con la camiseta del Borussia Dortmund y luego hizo otros dos más para firmar su sexto triplete de la temporada. Para ponerlo en contexto, Messi sólo lleva dos hat-tricks este curso y Cristiano Ronaldo acumula tres.

Y el pasado martes, en su estreno en Champions con el Dortmund, Haaland firmó dos goles en la victoria ante el París Saint-Germain. En uno de ellos recorrió 60 metros en apenas 6,64 segundos. Un registro que lo sitúa a tan sólo 30 centésimas del récord mundial de velocidad, logrado por el estadounidense Chris Coleman en 2018 (6,34).

Con esos dos goles frente al PSG, Haaland lleva ya 11 tantos en solamente 440 minutos con la camiseta del Dortmund, a un un gol cada 40 minutos. Sencillamente impresionante…

Pero más allá de sus innegables dotes para el fútbol, Erling es también un joven con la cabeza muy bien amueblada. «Mientras nosotros jugamos a las cartas en los viajes, él se dedica a leer artículos científicos sobre cómo puede mejorar su sueño o su dieta. Siempre está pendiente de los pequeños detalles en los que pueda mejorar», dijo Maximilian Wober, excompañero suyo en el Salzburgo, en una entrevista al portal especializado Goal.com.

El delantero noruego usa gafas por la noche para que la luz artificial de la televisión y de su teléfono móvil no afecte a la melatonina, la hormona que regula el sueño, con el fin de conciliar el sueño de forma adecuada y tener un mejor descanso.

Comparte agente con Ibrahimovic

Muchos comparan los hábitos de Haaland con los de Cristiano Ronaldo, a quien el propio jugador noruego señala como uno de sus ídolos, aunque por sus características físicas y estilo de juego es comparado en muchas ocasiones con Zlatan Ibrahimovic. De hecho, con el veterano delantero sueco (38 años) tiene algo en común, pues ambos comparten agente: el polémico Mino Raiola. El famoso representante ítalo-holandés lleva los asuntos del joven futbolista junto al padre del jugador, Alf-Inge Haaland.

«Puedes sacar muchas cosas positivas de Zlatan, especialmente su mentalidad. En todos los clubes ha demostrado que es el mejor. Eso realmente me impresiona. ¡También es mi objetivo!», declaró Erling en declaraciones a los medios oficiales Salzburgo poco antes de marcharse a una Bundesliga donde está llamado a hacer historia. En el fútbol alemán, pero también a nivel mundial. Erling Braut Haaland: ha nacido una estrella…

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